Sin duda alguna este año, 2020, para muchos tendrá diversos significados… Confieso queda claro lo siguiente, sin importar si me leo cursi o romántica, el amor sigue siendo fundamental.
¿Por qué lo digo? Porque entre todo el caos, me encanta existan muchos momentos de inspiración, de amor, de ser cursis, de gratitud, de todo lo bonito que tiene la vida… Me encanta ver los reencuentros familiares, me fascina ver tantas muestras de cariño, me inspira ver personas que quieren hacer la diferencia, me conmueve ver como muchas personas van conectando con su interior, me sorprende como muchos han abierto cuentas invitando a hacer las paces con la espiritualidad, mis ojos lloran de alegría cuando veo tantas muestras de amor hacia el prójimo.
No se trata de ser indiferente a lo que sucede, pero algo aprendí en esta pausa es cuidar mis pensamientos, cuidar en lo que enfoco mi energía, cuidarme haciendo ejercicio, cuidarme comiendo un poco más balanceado y durmiendo mis horas (descansar), cuidar esa parte de tener conexión con la naturaleza (mucho tiempo me olvide de ella), entre muchas otras cosas… Algo llamó mi atención todo eso lleva implícita la palabra y el hermoso sentimiento AMOR, cuatro letras aparentemente sencillas pero con un poder, una magia, una inyección de energía increíble.
¿Qué pasaría si en verdad a todo integramos al amor? Tal vez caigo en utopía pero el mundo sería mejor, el respeto sería una forma más común de vida, la empatía ni se diga, así como la famosa inclusión… Estos conceptos que parece están de moda, serían una forma de vida, así que sigo viviendo y creyendo en el amor.
Una Mirada 