La semana pasada puse en mi historia de la cuenta de Instagram, @u_mirada_ tenía ganas de ver La Cabaña debo decir es hermoso como el director plasma tanta divinidad que Dios, el Universo o en quien crean tiene para cada uno de nosotros.
En el filme tocan diversos temas pero uno en especial resuena en mi mente, corazón y alma sin afán de ser un spoiler viviente, Dios lleva al protagonista a un jardín hermoso pero literal es un desastre, menciona Dios (palabras más, palabras menos), «para que surja la belleza, muchas veces tienes que cortar de raíz».
De pronto vino a mi mente un árbol, no soy experta en plantas, flores, ni árboles, por poner un ejemplo. Cuando el árbol tiene una enfermedad, es decir, algún bicho que se metió algunos jardineros y/o expertos en herbolaria indican tienes que cortar de raíz.
Hace todo el sentido, explico, no se trata de olvidar porque hay situaciones que pueden parecer imposibles de hacerlo, pero si aprender de ellas y con el tiempo ir sanando (no olvides cada persona tiene su proceso). Todos en mayor o menor grado hemos pasado por situaciones que nos resultan complicado perdonar, ¿qué sucede cuando cargas con esa mochila de odio, rencor, dolor, venganza? Vas perdiendo parte de lo que eres, no me refiero a la esencia porque esa siempre está, me enfoco en ser alegría, brillo, pureza, sanación, fortaleza, esperanza, amor, paz, entre muchos otros.
Llega un momento desconozco si para todos, pero espero para la gran mayoría, te topas contigo mismo, incluso con sucesos y/o personas que ayudan a que esa herida sea un hermoso tatuaje en el alma, siempre va estar ahí, no lo dudes porque en el momento que se haga presente la sensación cambia en vez de todo lo que sentías de dolor, ahora puede traer lágrimas de felicidad acompañada de una sonrisa inmensa.
Sin el afán de ofender y tampoco meterme en ninguna religión (respeto cada una). Creo firmemente Dios, el Universo, Buda, Ganesha o como gustes llamarlo es amor y ese sentimiento es el más poderoso, sigue siendo el motor de la vida y me queda claro es lo que alimenta nuestra alma.
En los diferentes cursos que he tomado desde finales del 2018 es muy claro y cierto: Dios, la Vigen, ángeles, Arcángeles, Universo, santos, tótems, hadas, duendes… siempre están ahí para ti, sólo están esperando que hables con ellos y créeme se hacen presentes de formas inimaginables pero eso sí reales y apapachadoras.