Renacer/proZesa

Entre quedarse y salir

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Alguna vez alguien le dijo, “en ti está conseguir o no, tú decides”… En ese instante no entendió el mensaje, no era el mejor momento de su vida, porque en su percepción nada iba bien, todo estaba pésimo.

 

Conforme fue creciendo y escuchando algunas pláticas se dio cuenta de algunas cosas o mejor dicho sucesos, no precisamente fuera de sí, en sí mismo… ¿En qué momento se perdió, en qué momento dejo de ser humano para convertirse en una copia de robot? Vivir en automático fue una constante, tanto que no se dio cuenta de ello.

 

Un día, aparentemente equis, se desconectó del mundo era momento de recordar quién es y lo qué quiere… “No sé en qué momento perdí el rumbo, pero lo que sí, no volverá a suceder… Tal vez necesite ayuda, pero tengo algo claro no quiero seguir viviendo como si nada importará, porque todo es importante y más recuperarme”.

 

Abrió un cuaderno, justo ahí se dio cuenta, de los años que llevaba sin tocarlo, porque no tenía ni la mitad ocupada… Cuando antes los llenaba, cuando encontró una hoja en blanco lo dividió en cuatro del lado izquierdo en la parte de arriba colocó: ¿Quién soy?, del lado derecho, ¿Quién quiero ser? En la parte de abajo del lado izquierdo, ¿quién fui?; del lado derecho, ¿por qué me olvide de mí?

 

Se levantó y sirvió una copa de vino, sabía que este trabajo interno no sería fácil, pero sí que tendría buenos resultados, pensó, “tengo que encontrar ese momento exacto, cuando empecé a creer que no merezco lo que pido. Si, tal vez en algún momento caiga nuevamente pero estoy listo para volver a ser yo, para renacer y no parar”.

 

Cuando viajas a tu interior, a veces puede dar mucho miedo, pero es mejor ver aquello que te atormenta directo y de frente, que seguir bloqueando aquella idea de que sí existen, pero no pasa nada, cuando sucede todo e incluso sin querer estás metido en un pozo que aparentemente no tiene salida, porque así lo decidiste.

 

“Viví tanto tiempo sumergido en ese mar de confusión, de auto castigarme que perdí de vista lo importante… No me di la oportunidad de aceptar y de creer que soy como todo ser humano, tengo derecho a equivocarme, ese mismo para arreglar situaciones y volver a confiar en mí”. Por supuesto en ese encuentro y diálogo las emociones fluyeron, como las palabras.

 

Al terminar de llenar su cuadro se dio cuenta que la sinceridad está en cada letra, dio justo en el clavo y sabe muy bien lo que tiene que hacer. Bien dicen que después de la tormenta, siempre llega la calma, aparece la claridad y todo va teniendo sentido. Si estás pasando por un proceso de reconocerte, renacer de regresar en ti y para ti… No pierdas de vista el objetivo y sana.

 

El autoboicot es parte de la vida, pero también el aceptar que mereces lo bueno que te ocurra…